Opinión de
silvia maria santagatti
en 15/07/2012
Mi nombre es Silvia Santagatti, tengo 42 años, vivo en la localidad de Florencio Varela, pcia. de Buenos Aires, con mi esposo Ulises de 43 y nuestro hijo Adriel de 8 años.
El motivo de esta carta, es tan solo una reiteración de los incontables pedidos de ayuda que hice en los últimos 2 años a la gente de mi país.
Pido perdón, por este atrevimiento, pero realmente estoy escribiendo con el corazón.
Siento en mí, impotencia, cansancio, tristeza, un extremo agotamiento, sumado a mis ataques de pánico que aparecen debido a tanta presión y el miedo al futuro de nuestro hijo, ya que debido a nuestra situación laboral, económica, de vivienda, no podemos brindarle todo lo que él se merece, lo básico. Esto nos lleva a replantearnos tantos años de sacrificio, de estudios, de esfuerzo.
Somos gente honrada, mi esposo, un hombre honesto, trabajador, capacitado y excelente actor, ya que sabe disfrazar muy bien esta situación para que nuestro hijo no sufra, pero cansado también de esta circunstancia desesperante que nos toca vivir.
El año pasado una empresa de Neuquen, Rincón de los Sauces, nos ofrece trabajo allí, prometiéndonos todo...trabajo, vivienda , vehículo, etc, etc...
Desesperados por nuestra situación, después de hacer averiguar y asegurarnos, decidimos emprender una nueva vida allá. Puedo asegurarle que fueron los peores 3 meses de mi vida. Esta “empresa” por así llamarla, nos estafó, no cumpliendo con nada de lo prometido. Nuesto hijo fue el que mas sufrió las consecuencias. Dormir en el piso, en condiciones paupérrimas, cambio de escuela, amigos, lejos de todo.
Entonces, fue cuando decidimos volver a Buenos Aires, pero al llegar, descubrimos que ya no teníamos nuestra casa, ya que un familiar muy cercano, aprovechando nuestra ausencia, hizo algunas maniobras legales ( o ilegales, la verdad no se como expresarlo), quedándose con nuestra casa.
A partir de esto, comenzamos a rodar, por todos lados, sin un techo fijo. Es decir, sin un trabajo ni siquiera podemos alquilar. Todo se complica.
Ahora estamos como caseros en un campo, pero desgraciadamente, el dueño acaba de venderlo y nos tenemos que ir.
Ahora , lo único que nos queda es nuestra fé, nuestra unión, nuestra certeza de que alguien pueda solidarizarse con nosotros. Sé que hay mucha gente solidaria, y quienes son padres podrán comprender lo que estoy escribiendo. La incertidumbre de no saber que hacer cuando llega el momento de hacer las compras, la comida, bueno como madre me siento desesperada.
Yo no estoy pidiendo dinero, solo la posibilidad de un trabajo. Mi esposo está muy capacitado, y estamos dispuestos a radicarnos en cualquier sitio de este país, con tal de salir de esta situación. Un trabajo, un techo, o algo que nos permita alquilar una casita, y poder seguir adelante. Por mi hijo, se lo pido a quien lea esta carta. No quiero que sea tomada como un atrevimiento, es simplemente el grito de una madre que pìde ayuda por su familia. Pongo a su disposición adjunto el currículum vitae de mi esposo, y espero aunque sea una contestación y que Dios los bendiga por leer esta carta.
Gracias.
Atte. Silvia Santagatti
Ulises Fernández
Adriel (nuestro hijo)
011-1537392424
PD. CONTESTAR A ESTE CORREO O A silviamaria_913@hotmail.com