Homeopatía en situaciones límite<br><br>La Homeopatía UNICISTA es una medicina de prevención y de curación. Quien se acerca a ella puede alcanzar una situación de total equilibrio energético, de tal modo que, ante cualquier adversidad, esa persona reacciona de manera mucho más saludable, sin enfermarse.<br><br>Es necesario considerar y comprender la profunda acción de los medicamentos homeopáticos que no solamente comprende un plano físico (como la medicina convencional), sino que a la vez llega a lo emocional propiciando el más completo y eficaz rescate jamás visto.<br><br>Si nos preguntásemos cuales serían las indicaciones de la homeopatía, podríamos responder: “todo lo que le suceda a la persona”.<br><br>Así, la Homeopatía es una Medicina hecha para la persona, y no cubre “por partes” ni especializándose mecánicamente en sectores, ya que entiende que el ser humano no es un robot que necesite un service periódico de sus diferentes sistemas funcionantes.<br><br>El ser humano es una totalidad, en cuerpo, mente y espíritu. Y con esa filosofía se encaran los problemas a fondo en el unicismo.<br><br>Hablamos de unicismo, entendido como “la manera más clara y precisa de adaptarse por completo a la individualidad y las necesidades de cada ser humano”. Se utiliza en la preparación de sus remedios una sustancia simple y única, y no una “parafernalia química disfrazada de píldoras”.<br><br>Como decíamos, si tenemos mejor equilibrada la energía vital de modo preventivo, las cosas irán mucho mejor.<br><br>Pero cuando los problemas ya están instalados y generan el conflicto, la acción curativa de esta medicina es contundente.<br><br>Como la Homeopatía unicista actúa siempre, ante una situación desesperante, esta Medicina se constituye en un verdadero remedio de rescate de toda emergencia (física y/o emocional).<br><br>Existen diversas situaciones que llevan a stress, angustia y desesperación, algunas son: una separación o divorcio, la muerte de un ser querido o familiar directo, una enfermedad grave de una persona conocida, o amiga, o de la propia persona, la pérdida de un embarazo o la espera de un bebé que ya se sabe que está enfermo, un hijo drogadicto, un esposo alcohólico, y muchas más.